Desde la lente de un satélite en órbita, la provincia de Almería (España) es uno de los puntos más reconocibles del planeta. Su complejo de invernaderos que cubre más de 200km2 (el tamaño de la Ciudad de Bs. As.) es una de las pocas estructuras hechas por el hombre visibles desde el espacio.
Más de la mitad de la demanda europea de frutas y vegetales frescos crece bajo la sombra de estos plásticos. Al refractar la luz solar de regreso hacia la atmósfera, los invernaderos en realidad están bajando la temperatura de la zona, que puede alcanzar los 45ºC.
Alrededor de 100.000 inmigrantes, que llegan a Europa con esperanzas de una vida mejor, trabajan bajo condiciones denigrantes en estos invernaderos.